Estudiantes de diversas escuelas normales de Iguala, Guerrero, lanzaron petardos y prendieron fuego a dos camiones en el acceso del Palacio de Justicia; el cual se encontraba vacío.
Fueron 30 autobuses llenos de estudiantes pertenecientes a la Federación de Estudiantes Campesinos y Socialistas de México, y organizaciones sociales y representantes del magisterio disidente los causantes de los disturbios.
Por otro lado, los padres de los 43 normalistas desaparecidos encabezaron una marcha, donde dejaron ver su preocupación por la renuncia del fiscal del caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, así como la filtración del expediente.
Para prevenir algún atentado contra las instalaciones del 27 batallón, estas fueron protegidas con alambre de púas y las coladeras se retiraron para evitar que pasaran los autos.