Unas cien personas, incluyendo 82 niñas, fueron envenenadas recientemente en dos colegios ubicados en la provincia de Sar-e-Pol, en el norte de Afganistán. Esto sucedió a pesar de un mayor control sobre la educación de las mujeres y la prohibición de su acceso a la secundaria y la universidad.
El portavoz de información de la provincia, Mufti Ameer, afirmó lo siguiente: “El sábado pasado, al menos 56 alumnas de primaria, junto con tres maestras, un maestro, dos conserjes y un padre, fueron envenenados. Al día siguiente, otras 26 estudiantes y cuatro profesoras también sufrieron envenenamiento en la misma región”.
La información oficial revela que “todas las estudiantes que fueron llevadas al hospital presentaban náuseas y dificultades respiratorias debido a que personas desconocidas esparcieron veneno en las aulas”.