En más de 30 años no se había logrado capturar en una imagen los anillos de Neptuno; hoy esto ha quedado en el pasado, pues el telescopio James Webb ha logrado darle al ser humano el privilegio no solo de ver uno de los anillos, también siete de las lunas conocidas que tiene este planeta.
Fue gracias a la sonda espacial Voyaer 2 (1989) que el ojo humano logró ver por primera vez uno de los anillos de Neptuno, pero no en una muy buena calidad. Solo era un borrón de pixeles que daban la ilusión de estar viendo una parte de Neptuno.
En las imágenes que logró captar Webb, Neptuno no aparece de color azul. Asimismo, se puede observar una fina línea de brillos que rodea el ecuador de este planeta. Esta línea podría ser una firma visual de la circulación del planeta.
Entre las siete lunas de Neptuno que captó el telescopio, hay una que resalta de las demás: Tritón, la cual aparece en la imagen como un punto de luz muy brillante con los tan ya característicos picos de difracción.